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Victoria a toda velocidad ante el Barça B

El equipo cidiano venció al filial azulgrana en un duelo en el que se anotaron 93 goles en total, merced a al trepidante ritmo impuesto por ambos conjuntos

Barça B

46

J. González (2), A. Pujol (1), Palomino (4), J. Pujol (2), López (8), Morer (1), Zarzuela (4), Domenech, Aja (1), Reguart (6), Ruiz (2), Cenic (5), Laliga, Basela (6), Urdangarín (3), Barrufet (1).

UBU San Pablo Burgos

47

Ibrahim (1), Ceballos (), Espinosa, Dalmau (4), Gallardo (5), Vera (5), Dashko (7), Karlov (3), Pinillos, Roberto (2), Ignacio (8), Marcos, Andrés (3), Ernesto (6), Tamayo (3).

PARCIALES: 4-4 / 10-9 / 12-12 / 16-15 / 18-20 / 22-21 / descansar / 28-27 / 30-35 / 34-39 / 37-42 / 41-45 / 46-47 /

ÁRBITROS: Óscar García y Andrés Rosendo. Excluyeron a Basela (min. 2:50 y 34:04), A. Pujol (23:55), Palomino (28:03), López (min. 52:06), por parte del Barça B, y a Nacho González (sale Espinosa. min. 12:50), Andrés Alonso (26:46 y 54:05) y Espinosa (min. 58:21), del UBU San Pablo Burgos. Además, mostraron tarjeta roja al cidiano Ernesto López (min. 59:59).

El UBU San Pablo ganó al Barça B 46-47 en un trepidante encuentro con un final de infarto en el que los catalanes lograron llevar al límite un marcador que parecía controlado por los cidianos. Los dos puntos permiten al conjunto rojinegro escalar posiciones en la tabla, aunque sin recortar puntos a los tres equipos de arriba.

El choque comenzó con un ritmo frenético, tal y como era de esperar, y con un intercambio de goles que mantenía la igualdad en el tanteo hasta que una exclusión de Basela en el 2:50 daba opción a la primera renta de dos goles al conjunto burgalés (4-6). La velocidad sobre la pista de balonmano de Sant Joan Despí era de altas revoluciones y el Barça B igualaba poco después para mantener el duelo en equilibrio. El cuadro catalán apretaba y abría una brecha de dos tantos, que, acto seguido, era compensada por los cidianos. Con el empate a 11, Nacho González recibía una sanción de 2 minutos que obligaba a Burgos a jugar con un hombre menos (Espinosa 12:54).

El partido se convertía en un correcalles. El afán de ambos contendientes por correr en exceso se traducía en un espectáculo poco vistoso y desordenado en el que los culés sacaban rédito para lograr su mayor ventaja en el 18’ (15-12) y obligar al técnico del UBU San Pablo a pedir tiempo muerto. Los burgaleses tomaron buena nota de las correcciones y se rearmaban para dar la vuelta al marcador y ponerse dos por encima en el 22 (17-19).

En el 27, Andrés Alonso era excluido y esta circunstancia era aprovechada por el conjunto local para empatar de nuevo con un lanzamiento de puerta a puerta del portero (21-21). Y, de igual modo, lograba colocarse por encima en la siguiente acción para llegar al descanso 22-21.

La segunda mitad comenzaba con un guion calcado al de la primera, con un intercambio de golpes tan veloz que dibujaba una escena casi tenística. Tanto, que en 35 de juego el luminoso ya sumaba un 28-27 que anticipaba un tanteo final de locura. En el 38’, Burgos se colocaba con dos goles de ventaja para obligar al cuadro catalán a pedir tiempo muerto. En esta ocasión, la charla no propició la reacción de los azulgranas sino, más bien, de los rojinegros que se distanciaban hasta los cinco goles (30-35). La dinámica creciente de los hombres de Nacho González parecía imparable y, tan solo tres minutos después, con un 31-37, el técnico catalán volvía a detener el partido.

Los burgaleses lograban atesorar su renta mientras el ritmo del partido se ralentizaba ligeramente. El cansancio empezaba a ser protagonista. Los ataques comenzaban a ser más pausados y los tiros, menos certeros. A falta de cinco minutos para el final, el Barça B trataba de alejar el peligro con una defensa 5:1, lo que tuvo éxito solo en parte, ya que esta estrategia permitía a los barceloneses recuperar balones en defensa, pero Ibrahim aparecía para desbaratar el ataque. Espinosa recibía una exclusión al borde del final por desplazar el balón y el conjunto culé ponía un pressing para tratar de apurar opciones. A falta de 30 segundos, Nacho González paraba el partido. En el reinicio el equipo local robaba el balón y anotaba. Al ir a sacar de centro, Ernesto López hacía pasos y desplazaba el balón, por lo que los colegiados pitaron ‘sabotaje’, con lo que mostraban la roja al logroñés y siete metros a favor de los catalanes. Así, el último gol lo marcaba el bloque blaugrana sobre la bocina para dejar el encuentro en una victoria de locura.