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El UBU San Pablo levanta un muro para vencer a Soria

El cuadro cidiano recupera su mejor versión para llevarse los dos puntos en un encuentro en el que los burgaleses sobresalieron por su espectacular defensa durante todo el choque

UBU San Pablo Burgos

32

Ibrahim, Espinosa (1), Dalmau, Gallardo (5), Ernesto (6), Vera (3), Dashko (4), -siete inicial- Roberto (), Ignacio (3), Marcos (1), Ceballos (1), Andrés (1), Tamayo, Mijuskovic, Alonso, Igor (7)

Balonmano Soria

28

Miranda, Rueda (3), Simón (4), Rubio (3), Sanz (2), Sarasola (2), Torres (10), -siete inicial- Nevado (1), González, Sánchez, Fernández, Lavilla, Etayo, Vallejo (3).

PARCIALES: 2-3 / 5-5 / 9-8 / 12-8 / 15-12 / 17-14 / descanso / 20-17 / 22-20 / 25-21 / 28-23 / 31-24 / 32-28 /

ÁRBITROS: Enrique Pérez y Luis Díaz-Flores. Excluyeron a Ernesto López (min. 0:33), Diego Vera (min. 20) y Javier Espinosa (min. 31:13 y 54) del UBU San Pablo.

El UBU San Pablo Burgos vuelve a sonreír merced a la gran victoria lograda este domingo ante el Balonmano Soria (32-28) sustentada en la soberbia defensa desarrollada por los cidianos durante los 60 minutos. Los burgaleses encontraron la regularidad que les ha faltado en otros encuentros para solventar todas las situaciones de partido sin caer en el nerviosismo ni en los errores no forzados.

El choque comenzó con un ritmo frenético impuesto por el conjunto soriano. Los amarillos se plantaron con un parcial de 0-3 en el arranque, aprovechando la tempranera exclusión de Ernesto López en el primer minuto del encuentro. Al conjunto burgalés le costó entrar en la dinámica inicial, pero no permitió que los nervios afloraran de modo que, poco a poco, encontró una vía de entrada a la meta rival a través de los extremos, lo que permitió que se igualara el partido al borde del minuto 10 (5-5). La defensa local se solidificó con Espinosa y Karlov en la zona central cerrando el paso y con robos de balón que permitían a los cidianos anotar al contraataque. Así, en el min. 14, con un 9-7, el técnico visitante solicitó tiempo muerto para tratar de frenar el buen momento del UBU San Pablo. No obstante, no tuvo el efecto deseado la charla. El cuadro rojinegro mantenía una ventaja de dos goles a la que contribuía, también, un Ibrahim que empezaba a entonarse en ese tramo del partido.

En el minuto 20, la exclusión de Diego Vera daba un respiro al bloque foráneo, que lograba acercarse en el marcador hasta los dos goles de diferencia. El tanteo se estiraba y encogía entre los dos y cuatros tantos de distancia favorable a los de casa, que basaban su ventaja en una defensa férrea que causaba grandes problemas a su oponente. Con un 17-14 se llegó al descanso.

Como en un deja vu una exclusión en las filas burgalesas nada más iniciarse la segunda parte, volvía a dar alas a los amarillos para tratar de meterse en el partido. Así, los sorianos lograban ponerse con 20-19 pero la escuadra cidiana seguía escribiendo un manual de cómo defender en balonmano para contener la crisis momentánea y obligar al entrenador rival a solicitar el segundo tiempo muerto (min. 41. 23-20).

El conjunto burgalés parecía tener controlado el partido. Los minutos avanzaban y el temor a los fantasmas de los partidos pasados aparecía en las mentes de algunos aficionados. La distancia ya era de cinco dianas para los locales y a Soria le costaba encontrar soluciones mientras que Burgos trataba de contener el exceso de energía que, en ocasiones, acababa con un error por precipitación. Aunque, en esta ocasión, los cidianos demostraron haber aprendido la lección y curaron sus nervios poniendo calma a los ataques y administrando la renta para cerrar una gran victoria que devuelve la sonrisa al conjunto burgalés y le sitúa en la tercera plaza de la tabla del Grupo A.