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El UBU San Pablo, en la senda de la Historia

El conjunto rojinegro jugará la fase de ascenso a Asobal después de concluir segundo en el Grupo A y con la segunda mejor cifra goleadora de toda la DH Plata

Cuenta la leyenda que la valentía del Cid era tal que fue capaz de agarrar un león del cuello con sus propias manos y meterlo sin titubeos en su jaula. Sin amilanarse ante un animal que, si bien estaba amaestrado, siempre pudo tener una reacción inesperada.

Con auténtica bravura cidiana llegó el UBU San Pablo Burgos a la División de Honor Plata. Una categoría nunca antes vista a orillas del Arlanzón en un deporte que, ya desde la temporada pasada, empieza a colarse en las tertulias deportivas a pie de calle en la capital castellana. No en vano, los números del conjunto de El Plantío vuelven a situarlo en el cuadro de honor de la categoría: segundo clasificado del Grupo A, tercer equipo que más partidos ha ganado en la DH Plata, segundo equipo que más goles anota de media y tercero con mejor diferencia de goles. Y lo más importante, el cuadro rojinegro ha llegado a la segunda división nacional, como poco, para quedarse. Es una realidad.

El pasado fin de semana, terminó la primera fase competitiva y el grupo dirigido por Nacho González cerró este capítulo de su corta historia sabiendo que lo que está por venir solo puede ser bueno: primer año en la División de Honor Plata, salvación asegurada y billete para la lucha por el ascenso a Asobal adquirido. Y todo con la naturalidad de quien, acostumbrado a burlar a la muerte, se enfrenta a un animal peligroso sin ver quebrado su valor.

Así fue, de hecho, la entrada del bloque burgalés en esta categoría. Una victoria a domicilio ante un histórico, el Teucro (25-27), sirvió para advertir al mundo de que debía memorizar el nombre del UBU San Pablo. Pronto, la ‘fiera’ llamada DH Plata hizo de las suyas para romper el hechizo que había llevado la escuadra burgalesa a sumar 25 victorias consecutivas. Fue otro recién llegado, el HC Eivissa, quien situó en la tierra a los cidianos en la segunda jornada con un triunfo en El Plantío en el último suspiro del encuentro (32-33). El conjunto castellano reaccionó a la semana siguiente como animal herido para brindar la primera victoria en casa ante Sarrià por un abultado 33-22. Tres partidos, tres relatos distintos. El UBU San Pablo empezaba a entender lo que era la competición: no hay fórmulas mágicas, no hay equipos pequeños o grandes y no hay resultados predecibles. Una lección que se ha ido repitiendo a lo largo de toda la primera fase, pues el equipo burgalés ha vivido varios giros de guion en esta historia aún por acabar.

Los rojinegros parecían tomarle la medida a la División de Honor Plata, pero un enemigo invisible, el Covid, se coló entre las filas cidianas para cortar una progresión que parecía imparable. El virus hizo mella en el estado de la plantilla y el reinicio el 22 de noviembre se saldó con derrota en Alicante (33-27). Ante sí, el cuadro castellano vislumbraba un horizonte lleno de enormes riscos que iban a obligar al equipo a volver a sacar la casta para salir indemnes. Cinco partidos en diciembre, para recuperar los aplazados, y entre medias largos viajes en autobús. El relato acabaría dibujando una nueva gesta cidiana, con un doloroso tropezón en O Rosal incluido (28-27), para terminar haciendo cumbre ante el Barça B en casa y ante un público entregado, por 32-27.

Tras el merecidísimo descanso navideño, el UBU San Pablo tardó solo dos partidos en certificar su pase al grupo del ascenso. Fue con un empate en casa del colista, el CH Bordils (25-25) que, de nuevo, supuso un aviso sobre la igualdad de la categoría. A partir de ahí, la lucha por los puntos quedaba abierta. La batalla comenzó con Novás, al que se devolvió el golpe de la ida con una victoria en casa por 29-28. El siguiente ‘enemigo’ a batir fue el Barça B, pero los culés no dieron opción a los rojinegros y los puntos y el golaveraje se quedaron en la Ciutat Esportiva Joan Gamper (34-28). Alicante dio la oportunidad a los cidianos de resarcirse y estos no la desaprovecharon, con un amplio triunfo por 38-24 y la visita a Lalín se cerró con una victoria intrascendente en cuanto a clasificación, pero importante para demostrar la capacidad de reacción en circunstancias adversas (24-27).

Y así, con lucha, con victorias; con circunstancias adversas y grandes gestas; con trabajo y sacrificio, se escribe el relato de un equipo que, sin vacilación, amarra por el cuello el nuevo reto de pelear por el ascenso, esperando que esta Historia cobre tintes de leyenda.