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El Balonmano Burgos, modelo a seguir

El estilo de juego cuadro cidiano, marcado por la innovación, le ha llevado a situarse como uno de los mejores equipos dentro de las categorías nacionales

El UBU San Pablo Burgos ha iniciado una campaña plagada de ilusión con el claro objetivo de alcanzar el ‘play-off’ de ascenso a División de Honor Plata. Con casi la mitad de la temporada disputada y 14 victorias de 14 encuentros jugados, el cuadro cidiano muestra unos guarismos que invitan a soñar y a creer firmemente en que la meta es alcanzable.

Tanto, que solo el FC Barcelona, líder de Asobal, presenta unos números que superan los del conjunto burgalés. De este modo, entre las tres categorías nacionales —Asobal, División de Honor Plata y Primera División, con sus seis grupos— solo existen tres equipos con pleno de victorias: el Barça, el Balonmano Burgos y el Sant Martí Adrianenc, del Grupo D de Primera. De los tres, el conjunto azulgrana es el máximo anotador (583 goles), seguido del equipo burgalés (502) y del Sant Martí (460), con promedios de goles por partido de 38,87, 35,86 y 32,86, respectivamente.

Una capacidad anotadora que ha llevado al Balonmano Burgos a registrar una goleada por 22-52 en el último encuentro del año ante la UVA. Un dato que constituye un récord, al menos de los registros que se conservan de categoría nacional. Solo una vez en Asobal se alcanzó la cifra de 52 tantos. Fue en la temporada 2011-2012, con un 52-27 a favor del Atlético de Madrid contra Academia Octavio. La máxima diferencia de goles se produjo en la campaña 1999-2000 con 28 tantos a favor del Barça contra Valencia (46-18). Los 30 tantos de diferencia conseguidos por el Balonmano Burgos suponen una marca histórica, que refleja fielmente el estilo de juego y el trabajo que se desarrolla desde el cuerpo técnico del cuadro cidiano.

Según el entrenador del UBU San Pablo, Nacho González, estas cifras tan altas se basan en «esta nueva tendencia del balonmano de incrementar las acciones de juego, disminuyendo las fases estáticas, lo que se traduce en un mayor número de ataques y defensas y, de ahí, hay un incremento del número de goles». Un estilo de juego que es el que desarrolla, precisamente, el conjunto cidiano: «Nosotros buscamos mucho correr al contraataque e incrementar esas acciones. Como metemos muchos goles en primera, segunda y tercera oleada, se disminuyen mucho las fases estáticas». Algo que, por ejemplo, «hace mucho el Barça en Europa».

Esta función goleadora está muy repartida en el cuadro rojinegro. De hecho, el trabajo coral se ha convertido en el santo y seña de los cidianos que cuentan con hasta seis jugadores que anotan de media más de tres tantos por partido, encabezados por Álvaro Torres que suma 67 dianas (4,79 goles por partido); seguido por Ernesto, con 66 (4,71); Javi Rodríguez, con 53 (3,79); Raúl Blanco, con 47 (3,36); Juan Tamayo, con 46 (3,29) y Jano, con 43 (3,07).

Pero no solo de perforar la portería contraria se vive en el 40x20. La defensa del equipo burgalés ha ido mejorando partido a partido de modo que el UBU San Pablo también es el segundo mejor equipo nacional en cuanto a diferencia de goles con el Barcelona en primer lugar (208); el UBU San Pablo, segundo (141) y San Martí, tercero (111).

«Esta diferencia viene de un incremento en el nivel defensivo», explica González, quien considera que el equipo «ha dado un paso adelante en las últimas cuatro o cinco jornadas», concretamente «desde el partido de Avilés, a partir de ahí se ha subido el nivel defensivo», detalla. Si bien, la cifra de goles encajados sigue siendo alta, precisamente por ese «mayor número de acciones». «Hacemos muchos ataques y, por tanto, muchas defensas».

Este ritmo tan alto de juego, para correr al contraataque y cerrarse bien defensivamente «viene dado por un aumento de las exigencias físicas». No es lo mismo «jugar lento, con fases estáticas largas» que tener «un gran número de ataques y defensas» ya que el nivel de la exigencia física es altísimo», explica el técnico. «Hay que estar muy bien preparado porque hay que hacer muchas acciones seguidas de alta intensidad y, en ellas, cometer el menor número de errores posible», remarca. Y, por supuesto, «tener muy asimilado el sistema de juego, tener un grupo de jugadores amplio y comprometido y que te permitan hacer este perfil de juego», sentencia González.

Así, no solo las 14 primeras jornadas de la temporada 2019/2020 han dado muestra del gran trabajo que se está realizando en el seno del club cidiano, el balance de todo el año, desde que Nacho González llegó al club (16 de enero) es de 29 partidos disputados, con solo dos derrotas, un empate y 27 victorias.