El cuadro burgalés se mide ante el último clasificado, la UVA, contra el que espera mantener la tensión de los últimos enfrentamientos

Tras un mes complicado en el que el UBU San Pablo Balonmano Burgos se ha tenido que enfrentar a varios de los rivales directos en la lucha por el ‘play-off’, el cuadro cidiano despide 2019 en la cancha de la UVA último clasificado de la tabla con cero victorias. mañana viernes, 20:30 horas.

Un encuentro entre primero y último, con un equipo, la Universidad de Valladolid, con serios problemas para coger el pulso de la categoría. El conjunto pucelano ya militó la temporada anterior en Primera División y sufrió durante toda la temporada para finalmente acabar en descenso. Una invitación de la Real Federación Española de Balonmano mantuvo al equipo universitario en Primera, pero, de momento, no han sido capaces de lograr ningún punto.

A pesar de las dificultades del rival, el conjunto burgalés sabe que su meta es la de crecer día a día, la de seguir probando nuevas tácticas en los partidos y preparar el partido con total tensión sin fijarse en la posición que ocupa su oponente en la clasificación. Por eso, la primera plantilla rojinegra ha mantenido el ritmo de entrenamientos durante toda la semana sin pensar en las vacaciones de Navidad hasta que el árbitro no pite el final en la cancha del Polideportivo Fuente la Mora.

El técnico cidiano, Nacho González, remarca que aunque se juega «contra el último clasificado» y que se trate de un encuentro entre «un equipo que ha ganado todo y otro que no ha ganado ningún partido», la tarea del bloque burgalés es la de «mantener la concentración, respetar a todo el mundo y mantener el trabajo que el equipo viene realizando». «Después de estos partidos que nos enfrentaban a los rivales directos, siempre, lo normal es que haya un pequeño bajón, pero nosotros tenemos que seguir trabajando para mantener un poco la dinámica y hacer un último esfuerzo para despedir el año con otra victoria», concluyó González.